Cuadro de Van Leyden
“Estoy en el punto donde ya no toco a la vida, pero tengo en mí todos los apetitos y la titilación insistente del ser. Solo tengo una ocupación: rehacerme”.
Antonin Artaud
El dramatismo de la escena de “Las hijas de Lot” es puesto en relacion con el origen del teatro. Artaud utiliza este cuadro como modelo del “teatro de la crueldad”, es decir, por su profunda sexualidad (léase erotismo), por esa impresión desbordante de caos y por la impotencia de la palabra al tratar de decir ese caos, ese desborde, la maravilla o el esplendor de las escenas.
Karina Lerman. Collage analógico, digital